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La Casa del Rey Moro. Historia

La Casa del Rey Moro es un conjunto monumental único por su interés histórico, clave en la historia de la Reconquista y en la defensa de la ciudad, a lo largo de la historia.

El conjunto se compone de tres elementos: la Mina de Agua, la Casa y el Jardín.

  • La Mina de Agua de época nazarí (uno de los ejemplos mejor conservados en España).
  • La Casa de estilo neomudéjar concebida por la Duquesa de Parcent a principios del siglo XX a partir de la unión de viviendas del s. XVIII (actualmente en restauración).
  • El Jardín diseñado por Jean Nicolas Forestier en 1912 por encargo de la Duquesa (primera obra reconocida del francés en nuestro país).

Forestier proyecta un jardín mediterráneo, que combina la influencia del clásico jardín hispanomusulmán con el diseño geométrico del jardín francés. Adapta su trazado al estrecho solar en desnivel en el que se asienta, salvado con el diseño de tres terrazas. Aprovecha la potencia del terreno instalando miradores al Tajo y a las montañas.

La Mina de Agua es una compleja obra de ingeniería hidráulica para uso militar. Se construye aprovechando una grieta natural oculta en la pared del Tajo. Su visita propone un recorrido único en descenso hasta el lecho del río Guadalevín (a unos 60 metros de profundidad) a través de una galería que nos traslada a un paraje natural de enorme belleza.

Actualmente son visitables la Mina de Agua y el Jardín Histórico.

Historia

 

La historia de este lugar comenzó durante el gobierno del «rey moro» al que alude su nombre: Abomelic, hijo del sultán de Fez y miembro de la dinastía meriní.

Ocurrió en el siglo XIV, cuando los meriníes controlaban algunas ciudades de la frontera occidental del Reino Nazarí. A cambio, esas tropas del norte de África ofrecían a Granada protección frente a los ejércitos castellanos.

Ronda era crucial en la defensa del Reino y por esta razón debía fortificarse. Para ello se creó la Mina de Agua, que permitía extraer el agua del río a través de una gran noria instalada en una de sus salas. Los encargados del fatigoso esfuerzo de accionarla eran los esclavos cristianos, que además cargaban los zaques de agua hasta el exterior. 

Se trataba de una manera segura de aportar agua a la población en momentos de asedio, ya que la parte inferior de la construcción estaba fortificada. 

Por ello, la Mina de Agua jugó un papel clave en 1485, durante la conquista de Ronda por el ejército  castellano. Conociendo la importancia de la Mina de Agua , las tropas del Marqués de Cádiz la atacaron hasta acceder por un flanco débil: inhabilitaron la noria, cortaron el suministro de agua y así rindieron la ciudad en cuestión de días.

 

 

Poco después, se hicieron esfuerzos por cristianizar la Mina de Agua . Pero ese lugar donde se había torturado a esclavos cristianos, que podía albergar cadáveres y quién sabe cuántos peligros, fue rápidamente abandonado.

El espacio estuvo años sin urbanizar, hasta que en el siglo XVIII se levantó sobre la Mina de Agua una casa. Desde 1767, perteneció a diversos miembros de la familia Salvatierra. Y en 1911, se vendió a la propietaria que más hizo por su renovación: Trinidad von Scholtz Hermensdorff, Duquesa de Parcent. 

Esta propietaria amplió y renovó la vivienda en estilo neomudéjar y encargó el diseño de un jardín a Jean Claude Nicolas Forestier.

Este paisajista francés había acudido a España para diseñar los jardines de la Exposición Iberoamericana de 1929 en Sevilla. Forestier se inspiró para su creación en los jardines hispanomusulmanes y también en la tradición francesa. En 1943 fue declarado Jardín Histórico y hoy ostenta el máximo grado de protección del patrimonio, con la categoría de Bien de Interés Cultural.

Actualmente son visitables la Mina y el Jardín Histórico.